Dicen que hay vida después del fútbol. La verdad es que cuesta verlo, pero los amantes del baloncesto (BA-LON-CES-TO como diría Pepu) estamos de enhorabuena. No sólo porque el Mundobasket está resultando muy entretenido, sino porque en La Sexta tratan bien a los deportes.
En primer lugar, La Sexta tiene un tono especial en sus eventos deportivos. A algunos les gustará, otros lo odiarán, pero hay que reconocer que le ponen ganas y estilo. Los debates semi-deportivos de Iturriaga con un demasiado timorato Epi son cercanos. Se podría decir que por el tono es la típica tertulia de bar. Eso sí, que no nos engañe el estilo, ellos saben de baloncesto.
No juzgaré a Itu como presentador (si es lo que hacía en ‘Inocente, Inocente’ o ‘Supervivientes’), pero como tertuliano tiene tono. Es cercano, quizás un poco coloquial, pero lo suple con una humildad que a veces se echa en falta en los comentarios deportivos.
En las retransmisiones, algunas de las cuales he tenido que perderme por compromisos laborales (malditos horarios), los roles están bien definidos. De la narración se encarga un Mel Otero que raya a buen nivel, pero sin excederse. Sabe de que habla, pero le falta quizás un poco de personalidad, sería el típico base que reparte juego, pero si miras estadísticas ni ha tirado a canasta, ni ha repartido asistencias, simplemente ha dejado jugar.
De los comentarios se encargan Juan Antonio San Epifanio y Juanma López Iturriaga (con estos nombres quilométricos no me estraña que les llamen Epi e Itu). Dos personalidades muy diferentes. Ambos saben de baloncesto y de primera mano, pero la percepción es muy distinta. Itu es ‘campechano’ y eso le hace parecer menos profesional, en cambio Epi habla poco y por eso se le escucha con más atención. No caigan en la trampa, como diría Laporta, ambos saben mucho, aunque lo muestren de formas distintas.
A partir de aquí, durante el partido el resto casi desaparece. Sólo se oye (gran evolución de hace unos años para los amantes del baloncesto) a los entrenadores y jugadores en los tiempos muertos. Hasta en los amistosos pudimos escuchar a Scariolo en distintos momentos del partido con el juego en marcha.
Pero de vez en cuando aparece, como de la nada, el comentario a pie de pista de Carlota Reig, una buena profesional, joven, pero con tablas, que tiene sus mejores momentos en el pre-partido, cuando puede moverse con más seguridad.
A partir de aquí, la nada más absoluta, ya que las entrevistas y comentarios en la grada los perpetra Karina Kvasniova, una guapa lituana que está totalmente descolocada. No tiene recursos, pese a tener experiencia teóricamente, no sabe dónde está y adolece de dos grandes defectos. El primero, durante las entrevistas, es su excesiva empatía con el entrevistado, no en cuanto a cordialidad (que es un buen recurso) sino en cuanto a comunicación no verbal. Karina se mueve, asiente, sonríe… pero todo a la vez, como si hiciera falta todo esto para transmitir al entrevistado que se le escucha. El otro defecto es su tono, un tono más al estilo ‘Sé lo que hicisteis…’, con comentarios y entonaciones de reportaje del corazón actual, más que como «especialista en baloncesto», que es lo que nos vendieron.
En general, unas buenas retransmisiones, que pueden llegar a expertos y profanos del baloncesto, aunque para algunos sonarán demasiado a tertulia de bar. Para mi, personalmente, son una opción más que correcta, que no pretende más que entretener.
LA DUDA
¿Qué pasará cuando lleguen los cruces importantes y tenga que salir ‘el espíritu de la roja’ que tanto nos cansa a muchos amantes del deporte?
arnaudominguez
Tele Discreta 